miércoles, 15 de febrero de 2017

Si no fuera por Bolonia... (notas sobre desempleo sanitario)

¿Se imaginan ustedes si el titular que tienen a la izquierda se refiriera al mercado laboral español en general? No, claro, un incremento del 40% del paro registrado significaría un millón y medio más de españoles sin trabajo en un solo mes...

Pero a los periodistas, especialmente en ciertos medios, y este es uno de ellos, les chifla un titular tan desastroso o catastrofista que de inmediato "incendie" las redes sociales.


EPAE (Empleo Profesional Altamente Estacionalizado)

En realidad, "Enfermería" (o sea las enfermeras y enfermeros) siempre empieza el año, en cuanto a desempleo se refiere, de esta manera que suena catastrófica; es consecuencia lógica de la finalización de las sustituciones de Navidad, y en febrero empeorará aún un poco más. Hasta 2012 los peores meses para el empleo enfermero eran octubre-noviembre: la resaca de las sustituciones de verano; pero a partir de 2013, enero y sobre todo febrero (la resaca de las sutituciones de Navidad), se consolidan como el peor mes del año. Probablemente la causa esté en la desaparición de los exámenes finales de repesca en las universidades, en septiembre, que según creo fueron desapareciendo más o menos en aquellos años. Y que hacen que la totalidad de la nueva oferta laboral (egresados) se concentre en el período con mayor demanda (sustituciones de verano). Pero esto no pasa de ser una ocurrencia sin contrastar.

Véase en el gráfico, que recoge el número de enfermeras/os apuntados en las oficinas públicas de empleo (¡ojo, que no son todos los desempleados quienes lo hacen, luego hay más paro del registrado!) desde que comienzan las series de desempleo de personas tituladas que publica el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE; click para ampliar):




El desempleo en el sector sociosanitario presenta como rasgo principal una marcada "estacionalidad pautada", consecuencia de que los centros y dispositivos sanitarios no cierran en todo el año (a diferencia, por ejemplo, de los educativos) pero el personal de plantilla tiene que tomar sus vacaciones de verano y días libres en semana santa y navidades sobre todo. Es cierto que en esos períodos la actividad, sobre todo hospitalaria, se ralentiza, pero ello afecta más a la tarea programable (oferta) que a los cuidados de enfermería, que funcionan sobre todo "a demanda". Y la tarea "programable" es básicamente médica; de hecho, frente al aumento de ese espectacular 40% del desempleo enfermero en el mes de enero solo le correspondió un 3,8% en el desempleo médico. Los médicos tienen su propio patrón "may (max) - ago (min)" frente al "feb (max) - ago (min)" de las enfermeras: coinciden en el mínimo, pero el máximo médico tiene que ver probablemente con la salida de los MIR al acabar la residencia y el de las enfermeras, como ya hemos dicho, con el fin de las sustituciones de navidad.



En demografía, al analizar serie históricas, cuando se trata de datos que presentan una alta estacionalidad, como es el caso del empleo sociosanitario, es preciso "desestacionalizarlos" para poder aislar tendencias o patrones dentro de esa maraña espasmódica de datos mensuales. El método más sencillo es promediar cada mes el dato de los últimos doce, lo que se conoce como Tendencia Acumulada Móvil (TAM).


¿Acabó la "travesía del desierto"?


Y aquí, al analizar los datos de TAM es donde vienen las buenas noticias que ni a los periodistas (good news, no news) ni a los gabinetes, observatorios y demás chiringuitos-para-amiguetes-con-un-sueldito-apañao del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Enfermera y su Sindicato Adláter, victimistas por definición (táctica), les gusta dar .

No hay más que desestacionalizar los datos para que veamos un panorama mucho más alentador:




Vemos claramente que la tendencia en cuanto a los niveles de desempleo es volver a los de 2010, algo que ya ha sucedido: en términos estadísticos (indicador), hay ya menos desempleo en diciembre de 2016 que en diciembre de 2010. Recuérdese que cada punto (no ponemos los valores porque resultarían ilegibles) es el promedio aritmético de ese mes más los 11 anteriores.

Lo cual parece indicar que sí, que se acabó esa "travesía del desierto", aunque lamentablemente dejará graves secuelas (de algunas de las cuales me encargaré en otra entrada que tengo a medias).

En el caso de otras profesiones aún no se ha absorbido el nivel de empleo de 2010; es el caso, sin ir más lejos, de los médicos, ue est´san el el nivel de desempleo de mediados de 2012:



El cierto que se trata de un colectivo sometido a un estrés excesivo en este aspecto, ya que el número de nuevos profesionales que salen de las facultades de Medicina (datos extraídos de las estadísticas oficiales del Ministerio de Eduación) se ha incrementado un 50% entre 2010 y 2015 (los datos de egresados para el curso 2015-2016 aún no han sido publicados), de 4.000 a 6.000 egresados/año; en el caso de Enfermería, la oferta de plazas es bastante estable, incluso con un ligero decrecimiento. Esta es la situación en Medicina, algo más adelante veremos la de Enfermería:



En el gráfico vemos la evolución 2011-2016 del desempleo (línea) y también (barras) el número de egresados correspondiente al curso anterior al año de que se trate (eso es debido a que el valor del desempleo, al ser TAM, es el promedio del año anterior y hay que homologar ambos datos). Con este nivel de generación de nuevos profesionales va a ser muy difícil que el mercado laboral pueda absorber tamaña demanda. En el curso 2015-2016, dato que sí conocemos, había 43.457 alumnos matriculados, 600 más que en 2014-2015, lo que indica que, aunque más ralentizado, el número de plazas autorizadas no deja de aumentar.


De camellos y dromedarios

Una variable incluida en los informes del SEPE es el número de parados registrados que han tenido algún empleo anterior; y, por exclusión o resta, el de quienes aún no han podido acceder a su primer empleo, personas que han acabado los estudios y se han graduado pero aún no han podido entrar en el mercado laboral.

Este indicador es muy importante para poner en relación oferta y demanda. Cuantos más desempleados haya que nunca hayan podido obtener su primer empleo, menos capaz se muestra el mercado de trabajo para absorber el aporte anual vegetativo (egresados menos jubilados y otras bajas); o, por decirlo en el sentido contrario, más sobredimensionado está el sistema educativo en relación a la capacidad real del mercado laboral.

Cuando trasladé al correspondiente gráfico los datos me encontré con algo ciertamente raro:


A simple vista, veía un "bache" como entre 2012 y 2014 aproximadamente. Utilizamos la TAM y vemos que, a diferencia del "modelo camello", de una sola joroba, característico del desempleo total, encontramos un "modelo dromedario", con dos jorobas:


La pregunta es inevitable: ¿qué produjo  -porque estas cosas difícilmente se producen "solas" o por casualidad-  esta insólita distribución casi bimodal?

No, la causa no estaba muy lejos... en "Bolonia".


Si no fuera por Bolonia...

En mi trabajo "Enfermería frente al espejo: mitos y realidades", publicado en 2010 (Fundación Alternativas) hablé ya sobre el 'efecto Bolonia'. Creo que fue un buen análisis pero que las cuantificación  –producto, si puedo decirlo en mi descargo, de la inevitable extrapolación de datos de 2005-2009 al período 2010-2013 en que se iba a aplicar el Plan Bolonia– se demostró muy equivocada: por el lado de la oferta, frente a los 20.000 egresados que hubieran resultado sin la implantación del Grado, calculé 10.000 para los dos cursos más afectados, 2011-2012 y 2012-2013. Pero fueron en realidad 17.000 porque hubo un aumento fuerte de la oferta de plazas con motivo de la implantación del Grado, especialmente en las universidades privadas.

Por el lado de la demanda, no pude, como (casi) nadie lo hizo entonces, adivinar la profunda y desastrosa crisis económica que se estaba empezando a agudizar, una crisis realmente histórica en Europa y más aún en España; por tanto, tampoco pude incluir en mi análisis los fuertes recortes en los presupuestos sanitarios que determinaron esas reducciones dramáticas en las plantillas de profesionales sanitarios que hoy tan bien conocemos y que no solo no permitieron la entrada en el mercado laboral a los nuevos egresados, sino que expulsaron al desempleo a muchos miles de empleados.

Y sobre la hipótesis del mantenimiento, incluso ligero incremento, de las plantillas del SNS de los últimos años y manejando un número razonable (aún pequeño) de jubilaciones, deduje que nos enfrentaríamos a un cierto déficit de enfermeras.

Nada más lejos de la realidad. Pero Bolonia no dejó de tener sus efectos... afortunadamente.

Si superponemos los datos de egresados de las escuelas/facultades de enfermería  a los de desempleados que ya antes revisamos, tenemos esto:



(Téngase en cuenta que, como los datos de desempleo son "TAM"  –promedio de los últimos doce meses–, tenemos que utilizar los de egresados del curso anterior para poner en relación ambos flujos).

Ahora viene la pregunta crucial: ¿Se imaginan ustedes cuál hubiera llegado a ser la cifra total de desempleados entre 2013 y 2014 (y que engrosaría las de hoy mismo) si no hubiera sido por el 'efecto Bolonia'? Yo se lo cuento...

El pico máximo de paro registrado fue de 19.639 (febrero de 2013); en cálculo TAM (promedio últimos doce meses) fue de 15.652. Pues bien, si en 2012 y 2013, años críticos de la implantación del Grado, hubieran seguido saliendo de las escuelas/facultades los en torno a 11.500 que salieron el año anterior (2011) y el posterior (2014), tendríamos entonces y seguiríamos arratrando algo más de 6.000 enfermeras adicionales en situación de desempleo. Se duplicaría la cifra actual de parados y el pico máximo de personas en esta situación hubiera superado sin duda los 25.000.

Gracias, Bolonia...

Y finalmente, por fin pude explicarme, y por eso puedo explicársela a ustedes, esa curiosa serie temporal con doble joroba de dromedario que muestra el porcentaje de enfermeras/os desempleadas registradas que no había llegado a tener su primer empleo:


Pueden ver perfectamente la lógica estadística y demográfica que subyace: al engrosar muchas menos enfermeras la población activa entre 2012 y 2013, el mercado laboral tiró antes de las más antiguas para engrosar la población ocupada (y se redujo el porcentaje que representaban sobre el total de parados), pero dejó mucho más en la estacada a las más recientes. Es lo que tienen las bolsas de trabajo, que también tienen sus lógicas...

Porque como regla general, cuando aumenta el desempleo aumenta el porcentaje de desempleados que ya habían tenido empleo y viceversa. Véase los casos de Enfermería y Medicina:





Es la misma lógica por la cual aunque esté aumentando ligeramente el empleo enfermero en estos últimos tiempos, también lo hace la precarización laboral: se jubilan enfermeras/os con plaza en propiedad y sus plazas, o no son ocupadas (desempleo) o lo son en base a contratos temporales (precariedad).



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